Nombre común: Urogallo cantábrico
Nombre científico: Tetrao urogallus cantabricus
Es la subespecie de urogallo del norte de España (Cordillera Cantábrica), de menor tamaño y asociado a bosques caducifolios, únicos en el mundo. Los machos adultos pueden llegar a medir un metro de longitud y pesan entre 3-4.5 Kg; la cabeza y cuello son negros con reflejos azul-verdosos en el pecho; las alas son castañas, con una mancha blanca redondeada en su base; sobre los ojos destaca una carnosidad de color rojo vivo y las patas están emplumadas. Las hembras, son mucho más menudas, no superan los setenta centímetros y pesan entre 1.5-2.5 Kg; el plumaje es rayado y moteado de pardo, negro y gris blanquecino; el pecho es castaño rojizo y la cola muy redondeada.
Su hábitat típico es el hayedo maduro, tanto puro como mezclado con roble albar, abedul o acebo –imprescindible en la dieta de invierno- , asociado a un sotobosque con arándano. También incorpora prados, brezales y piornales. Se alimenta de helechos, brezos, brotes tiernos de haya, flores de plantas, larvas e insectos, hojas de acebo, arándanos (tallos, hojas y frutos), escaramujos, servales, bellotas, etc.
La situación del urogallo cantábrico es "crítica", se estima que sólo sobreviven en la zona Cantábrica unos 400 ejemplares (2.007). En Galicia hasta hace poco estaba confinada en escaso número a la sierra de los Ancares, pero actualmente, si no consideramos algún ejemplar que ocasionalmente se puede acercar desde Asturias, se puede dar por desaparecida para la fauna gallega.
Las principales causas de amenaza son la disminución del hábitat por fragmentación (pistas forestales), prácticas silvícolas inadecuadas e incendios forestales; predación de las puestas y pollos por el jabalí, mustélidos y zorros; molestias humanas (batidas de jabalí, turismo) y furtivismo; competidores (sobrepastoreo de ungulados salvajes y domésticos) y condiciones meteorológicas adversas durante el periodo reproductor, que aumentan el fracaso reproductivo.
Las medidas de conservación serían la eliminación del furtivismo mediante vigilancia durante el celo en los cantaderos; protección estricta de las zonas de cría; restricción y regulación de las pistas forestales; control del turismo en las zonas de montaña donde habita; mantenimiento de las arandaneras y acebedas; programas de cría en cautividad y liberación y de seguimiento, sensibilización y educación ambiental en las zonas ocupadas.
Foto: Tetrao urogallus cantabricus
Origen: naturalezadegana.narceadigital.com
